El Senado aprobó el proyecto del Ejecutivo que posibilita contrataciones de obras públicas sin llamados a licitación y con controles limitados.
Como resultado de una larga serie de negociaciones, con polémicas en el medio, finalmente el Senado bonaerense convirtió en ley la Emergencia en Infraestructura, una iniciativa del Ejecutivo que dirige María Eugenia Vidal en el que se pone el foco en la necesidad de avanzar con las obras públicas.
El proyecto contó con la luz verde de Cambiemos y el Frente Renovador, mientras que el PJ y el kirchnerismo lo rechazaron porque apunta a acelerar las contrataciones de obras públicas sin llamados a licitación y con controles limitados de los organismos de la Constitución.
La norma dispone la declaración de Emergencia en materia de Infraestructura por un año, y será prorrogable por igual período sin que sea necesario un nuevo aval de la Legislatura.
“La sociedad demanda acciones rápidas”, sostuvo el senador por Cambiemos, Gabriel Monzó, quien agregó que “los procedimientos generales de contratación están previstos para períodos de normalidad, por lo que no puede pretenderse su aplicación en épocas de emergencia”.
En la vereda del frente, desde el pernonismo cuestionaron la iniciativa. Por ejemplo, Patricio García sostuvo que la ley “restringe muchísimo los controles administrativos, y los responsables seremos los legisladores”.
El hecho es que finalmente Vidal ahora puede contar con una norma clave, que permite “paliar el déficit existente” y autoriza a todos los ministerios y secretarías a ejecutar obras y contratar servicios bajo ciertas normas de excepcionalidad
En ese sentido, posibilita que se contrate a empresas que no se encuentren inscriptas en el registro de proveedores, la excepción de publicar las contrataciones realizadas en el Boletín Oficial y la posibilidad de que el Ministerio de Economía realice las adecuaciones presupuestarias necesarias.