La Gobernadora rechazó los dichos de la diputada nacional, quien había asegurado que el jefe de la Bonaerense mantenía vínculos con un líder narco.
Las declaraciones de la diputada nacional Elisa Carrió, que había vinculado al jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, con el líder narco Miguel Angel «Mameluco» Villalba, incomodaron a la cúpula del gobierno provincial, y fue la propia Gobernadora la que tuvo que salir al cruce de la denuncia de la dirigente.
“Lilita me conoce y sabe bien que yo no sostendría a ningún funcionario del que tenga pruebas o elementos concretos de que está vinculado con algún delito, yo no convivo con el delito”, sostuvo María Eugenia Vidal.
Además, la mandataria aseguró que “si hay alguna prueba o elemento concreto que vincule al jefe de la policía de la Provincia o a cualquier otro funcionario con cualquier delito, yo voy a tomar las decisiones que tenga que tomar, mientras eso no suceda no voy a tomar decisiones”.
El cruce entre las dirigentes, pertenecientes al mismo espacio, Cambiemos, pone al descubierto las batallas que ya se están desatando de cara a las elecciones legislativas del año que viene: Carrió se anota para una banca en el Senado nacional representando a la Provincia, mientras que Vidal prefiere a Jorge Macri para ese lugar, en clara oposición a la idea de que la mesa chica que involucre en su armado territorial.