07-08-2013

Sobreactuando

Por Ricardo Salas (*)

Ricardo Salas

Una vez más, la realidad superó a la ficción en la provincia de Buenos Aires, en medio de la abundante propaganda electoral territorial y las controversias políticas en torno al confuso robo en la casa de Sergio Massa.

No existe margen de error para afirmar que la problemática de inseguridad la sufre el ciudadano común. En las últimas horas, el trágico episodio que tuvo como involuntaria protagonista a una mujer embarazada de 6 meses baleada en el abdomen por delincuentes, pese a que ya les había entregado el dinero de la recaudación de su comercio de Berisso –distrito que «gobierna» el intendente ultrakirchnerista Enrique Slezack– volvió a imprimir un nuevo caso de la «provincia real» en materia delictiva.

A la víctima le practicaron una cesárea de emergencia, pero lamentablemente el bebé, de seis meses de gestación, falleció.

El vandalismo delictivo que azota a la región capital bonaerense regó de preocupación a la gobernación de Daniel Scioli y revivió aquella mortal salidera bancaria a Carolina Píparo, que se llevó para siempre la vida de su bebé Isidro, en La Plata. Esta vez la secuencia criminal también terminó en drama, porque el balazo de los ladrones interrumpió el proceso de maternidad de la comerciante de Berisso.

La realidad social se ve atravesada por la crisis de inseguridad –repetidamente ignorada desde el gobierno nacional– en la última etapa hacia las primarias del domingo próximo, en una suerte de semifinal previa a la elección de renovación legislativa del 27 de octubre.

En líneas generales, las PASO servirán únicamente como un filtro para oficializar las candidaturas de las distintas fuerzas políticas. En buena medida, eso manifiesta cierto desinterés ciudadano. Los últimos sondeos que se manejan en las diagonales platenses sobre intención de voto a nivel provincial reflejan que el vencedor del domingo que viene «ganará por poco». Ya sea la lista sábana de alguna de las tres variantes peronistas –la del Frente Renovador que lidera Sergio Massa, su adversario kirchnerista Martín Insaurralde y la versión más opositora al gobierno nacional que conduce Francisco de Narváez–, o la lista de los postulantes del Frente Progresista Cívico y Social, que lleva como precandidatos a diputados nacionales a Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín.

En medio de los fuegos de artificio propios de una instancia electoral, también se advierte una pronunciada paridad sobre el escenario de la provincia que se traslada a la elección «distrital», y que además insinúa una fuerte dispersión del voto en la franja «local».

También en La Plata se desliza un fuerte enigma electoral a 4 meses de la trágica inundación del 2 de abril pasado. Tal vez sea la ciudad capital bonaerense uno de los sitios puntualmente más complejos para el oficialismo kirchnerista, tanto en las primarias como en las elecciones legislativas de octubre. La Provincia viene realizando una reasignación de partidas presupuestarias y reformulando obras, procurando mitigar el impacto social que provocó entre los platenses aquel temporal. Scioli invitó ayer al primer candidato a diputado por el Frente para la Victoria, Martín Insaurralde, a recorrer las obras hidráulicas que comenzaron a ejecutarse en La Plata después de la inundación.

El intendente Pablo Bruera, para empujar la lista de su hermano y candidato a concejal Gabriel Bruera, distribuyó varias publicaciones de campaña que anuncian obras de infraestructura que se tendrían que haber realizado mucho antes o, al menos, durante los seis años que lleva de gestión municipal.

De ahora en más, la principal estrategia proselitista de la mayoría de los armados electorales bonaerenses será disputar el «voto a voto» durante los pocos días que restan hasta llegar a las urnas. Justo en el momento en que la mayoría de los electores terminan de definir a qué fuerza le darán su voto. Después del mensaje del domingo, el contexto será otro. De ahí que no pocos vaticinan que la clave, tras la elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias, será establecer dónde se volcarán los sufragios de aquellos electores que ahora opten por aquellos espacios políticos que no llegarán a obtener el porcentaje necesario para competir de manera «expectante» por los primeros lugares en las elecciones generales de octubre.

Un Scioli más kirchnerista que nunca sigue involucrado en la campaña electoral del Frente para la Victoria junto a Insaurralde, a la hora de recorrer la Provincia «defendiendo el modelo» e instando a «defender lo logrado en la década ganada».

«Las elecciones se ganan sumando voto a voto», subraya la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, además de ensalzar la figura del intendente de Lomas de Zamora y precandidato a diputado nacional K, «porque no tiene doble faz, no tiene guión». También pronosticó un triunfo del oficialismo en las próximas elecciones legislativas, «para consolidar los logros obtenidos» por la presidenta Cristina Fernández y la administración Scioli en la provincia.

«Después de mucho tiempo, la Argentina encontró un camino de justicia social que no podemos tirar por la borda», afirma el gobernador, además de tildar de «desagradecidos» a los intendentes alineados ahora con Massa, después de las obras realizadas por el gobierno nacional.

En igual sintonía, el vicegobernador Gabriel Mariotto también cuestionó a los alcaldes municipales que hoy forman parte del espacio del Frente Renovador. «En estos distritos queda muy claro que el intendente se fue, pero se pintan muy parecidos a nosotros para pasar el trasmallo electoral».

«Los candidatos que estaban con nosotros y ahora están en la oposición están guardados, no salen a hacer campaña porque no tienen argumentos para sostener el cambio», afirmó el referente kirchnerista del Senado bonaerense.

En el mismo tono, castigó la ministra Alvarez Rodríguez. «Esta elección legislativa es muy importante, y seguiremos caminando la provincia para que todos conozcan nuestro mensaje y nos sigan acompañando como hicieron hace un año y medio, cuando muchos de los intendentes que hoy están en la oposición estaban con nosotros».

El clima de convivencia electoral alcanzado por Scioli y sus «guardianes» dentro de la gobernación con la Casa Rosada comenzó a darle resultado en términos financieros. Así como, hace un par de semanas, la administración «sciolista» había logrado que la ANSES le refinanciara un préstamo que le concedió el año pasado para que pudiera terminar de pagar el medio aguinaldo, ahora la Nación autorizó a la Provincia a refinanciar deuda en dólares.

La emisión de un bono por 200 millones de dólares a una tasa del 4,24%, y la refinanciación del préstamo de Anses, supone un alivio económico-financiero para la gestión Scioli.

El contexto político y el calendario electoral actual aparece «timbrado» una vez más por la interna y la sucesión de poder dentro del peronismo. Básicamente por eso, desde el Frente Progresista –integrado por dirigentes del GEN, la UCR, Libres Sur y la Coalición Cívica– apuestan a trascender esa «lógica» con propuestas y alianzas que van más allá de la coyuntura y que buscan ponerle límites al kirchnerismo. «Somos el único espacio opositor con representación política que no ha tenido ningún tipo de vinculación con el kirchnerismo ni con las otras líneas del PJ».

También sobrevuela, en el enrarecido ambiente de hostilidades verbales entre sciolistas y massistas, el asalto en la vivienda del intendente de Tigre. El episodio policial fue revelado por un periodista cercano a los intereses de la Casa Rosada, donde atribuyó intenciones políticas a un presunto ocultamiento de la información por parte del candidato del Frente Renovador. Obviamente, la nota fue firmada por Horacio Verbitsky.

Eso es «una muestra de debilidad del intendente de Tigre, que no ha logrado resolver su propia seguridad y esto, a la vez, sirve para que se sepa que estos temas hay que tratarlos con seriedad y no bastardearlos desde una campaña electoral», aportó el diputado Juan Carlos Juárez (FAP), cuestionando las propuestas de seguridad presentadas por el arco legislativo del Frente Renovador.

«No alcanza con poner cámaras si no hay un tratamiento medular del delito, porque, de lo contrario, las cámaras terminan mostrando públicamente cómo nos roban y nada más», agregó el dirigente opositor, además de afirmar que al tema de la seguridad hay que tratarlo de manera «integral».

«Si la Provincia no puede sostener la fuerza que le corresponde por obligación constitucional, ¿de dónde va a sacar los recursos para una policía comunal?», se preguntó el legislador, ante la posibilidad de la creación de una fuerza municipal como alienta el «massismo».

(*) Periodista. Columna del diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca.