Si bien dentro del Frente Para la Victoria el año que viene se presenta como una gran incógnita, ya se producen negociaciones para que estos tres dirigentes compitan juntos.
Si bien los candidatos kirchneristas miran con cautela los números sobre los posibles escenarios que se configuran en la previa de las elecciones del año que viene, por lo bajo las negociaciones no se detienen, por más que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner estire todo tipo de definición sobre algún apoyo puntual.
Donde se juegan cartas muy importantes es alrededor del gobernador bonaerense Daniel Scioli, uno de los mejores posicionados dentro del espectro K para quedarse con la presidencia de la nación en 2015. A pesar de que nunca tuvo la bendición de Cristina, con los números y la estructura de la gestión bonaerense a su favor, posee una carta incuestionable que hace que los análisis coincidan en que el mejor posicionado dentro de este grupo es el exmotonauta.
A su vez, en los últimos días trascendió que el actual ministro de Economía nacional, Axel Kicillof, seguiría en ese puesto si Scioli finalmente gana los comicios generales de octubre. De esta forma, se transparentaría el acuerdo entre el mandatario provincial y La Cámpora, un secreto a voces que incluye negociaciones de la mesa chica sciolista con referentes de esa agrupación como el diputado bonaerense, José Ottavis, el legislador nacional, Eduardo “Wado” de Pedro y el secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez.
La otra pata de este armado la completa el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien se apartaría de la carrera por la presidencia para ir por la gobernación bonaerense dentro de la misma boleta que llevaría el nombre de Daniel Scioli.
Esta movida fue confirmada a F5 Diario por los armadores detrás de una de las partes, quienes indicaron que la maquinaria para que el funcionario nacional se una a aventura sciolista ya está en marcha.
Además, esta estrategia confirma la situación que se viene barajando desde hace unos meses alrededor del diputado nacional Martín Insaurralde, cuyos coqueteos con el Frente Renovador serían los detonantes de un salto al partido que conduce Sergio Massa a fin de año o a principio de 2015.
Si bien los números de Randazzo no son nada desdeñables a la hora de medir las aspiraciones de los precandidatos K para llegar al Sillón de Rivadavia, la estrategia que se está gestando es la de acompañar al exmotonauta para sucederlo en la Provincia, en la que ya cuenta con un importante antecedente de gestión, ya que fue funcionario durante la gobernación de Felipe Solá.
El hombre de Chivilcoy es uno de dirigentes al que la Presidenta le dio más espacio en sus últimas apariciones públicas. Al frente de la gestión ferroviaria, el Ministro del Interior supo capitalizar esa cercanía para buscar un lugar de importancia ante el resto de la tropa K que sueña con la bendición presidencial para correr con esa ventaja en 2015.
Sin embargo, los gestos de la Presidenta para definir quién será su delfín en la carrera del año que viene todavía deberán esperar. Es más, la línea que bajó la mandataria es que ninguno de los aspirantes se lance oficialmente antes de mayo, para de esa manera seguir conteniendo algo de poder a un poco más de medio año de abandonar su cargo.