El gobernador sostuvo que éste es uno de los principales desafíos que enfrentará el próximo gobierno provincia. En tanto, desde el massismo advierten que se acerca una suba de impuestos.
«Es necesario reformar la estructura fiscal impositiva en las provincias y en el gobierno federal, pero fundamentalmente con cambios que hay que introducir en los municipios», sostuvo el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, en referencia a uno de los principales desafíos que enfrentará el próximo gobierno provincial.
En ese sentido, el gobernador puso el foco en que «hay municipios que cobran hasta 29 tasas y otros que cobran tasa de combustible, con lo cual para un contribuyente es conveniente estar en el municipio de al lado, que no la cobra», y sostuvo que «esto es una desigualdad que hay que corregir. Creo que los municipios, con la gran descentralización de recursos que les hemos dado, es un tema a rever».
«Se dice ‘vamos a bajar los impuestos’ y mientras tanto en los municipios se siguen poniendo más tasas. ¿No ven una contradicción en eso? Hay que empezar por casa», planteó el mandatario.
En este contexto, y mientras Scioli habla de la necesidad de actualizar el esquema tributario bonaerense, desde el Frente Renovador salieron a anticipar una medida que, sostienen, ya tiene preparada la administración bonaerense: un “impuestazo”.
Así lo indicó el flamante dirigente del massismo, Walter Martello, quien declaró que la ministra de Economía, Silvina Batakis, apunta a avanzar con un aumento en el Impuesto Inmobiliario, y también se sumó a la polémica al reconocer que existiría la posibilidad de que la Provincia haga ajustes a la Ley Impositiva para aplicarlos antes de fin de año.
Sin embargo, desde el Gobierno rechazaron esta postura, al asegurar que el Inmobiliario “es el más impopular de los impuestos y no impacta demasiado”.
Sin embargo, Martello cree que las modificaciones impositivas son la consecuencia directa de la imposibilidad que enfrenta la Provincia para hacerse con créditos externos, la merma en las transferencias automáticas y la escasez de envíos de fondos de la Nación.