02-11-2018

Portazo de Monzó: ratificó que no va por la reelección

El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación sacudió la interna del PRO. Reiteró que no quiere renovar su banca. Reaparecen diferencias con Durán Barba y Marcos Peña. Aspiraciones frustradas y cerrojos a su papel de armador.

Emilio Monzó

Monzó participó hoy del encuentro con presidentes de parlamentos de los países que integran el #G20. «Somos anfitriones en de un fructífero diálogo interparlamentario», señaló. Cambiemos perderá en Diputados su muñeca negociadora.

El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, ratificó su decisión de no renovar su banca en las elecciones de octubre de 2019 cuando termine su mandato, como se lo había anticipado a fines de abril al presidente Mauricio Macri y al jefe de Gabinete Marcos Peña.

«No busco nada. Me preguntan y contesto, se trata de una decisión que tengo tomada hace mucho tiempo», dijo Monzó al portal Infobae y señaló que «ya hice el duelo, voy a cumplir con mi mandato institucional, pero no voy a reelegir».

Monzó comunicó al Gobierno a fines de abril su decisión de no postularse a la reelección y por entonces hasta se especuló con la posibilidad que fuera a dirigir una embajada, pero ante la coyuntura económica permaneció en su puesto y participó de las negociaciones junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para acordar con el peronismo la sanción del Presupuesto 2019.

En esa sesión del 24 de octubre, Monzó se volvió a destacar por su capacidad de conducción, cuando evitó que los incidentes y la embestida del kirchnerismo hicieran fracasar la sesión por el Presupuesto, como pretendían los seguidores de la senadora Cristina Fernández.

En abril, Monzó comunicó su decisión de desistir de un nuevo mandato debido a diferencias con integrantes del Gobierno y en varias entrevistas cuestionó al asesor de imagen del macrismo Jaime Durán Barba.

El legislador siempre se mostró partidario de ampliar el espacio político e incorporar a dirigentes del peronismo, donde militó muchos años, antes de convertirse en un operador y armador del PRO.

Monzó, se asegura, mantiene las fuertes disidencias que lo llevaron a cuestionar públicamente a Duran Barba. También exterioriza diferencias de fondo con Marcos Peñas, más allá de que fue uno de los sostenedores del jefe de Gabinete cuando en medio de la crisis cambiaria todo el arco opositor pedía a gritos su cabeza.

Hay otro elemento que aleja a Monzó de una nueva candidatura. Al ir María Eugenia Vidal por la reelección en la Provincia, se le cierra el camino para intentar acceder al sillón de Dardo Rocha, una posibilidad que siempre lo sedujo.

De todas formas, quizá el elemento que más aleje al presidente de la Cámara de Diputados del ruedo electoral es el candado que le pusieron, desde el entorno más cercano al Presidente, como armador político sin fronteras en todos los rincones del país. Y ese corsé terminó por reinstalar en Monzó la decisión que abruptamente lanzó en abril y que obligó, para que no pegara un portazo entonces, a la mesa chica de Macri a abrirle espacios de discusión política en tándem con el ministro Frigerio.