Así defendió el intendente Galli la decisión de reabrir esos espacios deportivos en su distrito. Admitió que la ciudad atraviesa el pico más alto de contagios.
«Sabemos que la gente no se contagió en gimnasios”, sentenció el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli (PRO), al salir enfáticamente en defensa de la reapertura de esos espacios deportivos, pese a que esa ciudad atraviesa el «pico más alto» de contagios de coronavirus.
Galli reconoció que en su distrito «está costando que la gente entienda la “nueva normalidad, con distanciamiento social y con tapabocas», destacó que deberán adecuarse a los protocolos y cuidados y estimó que no puede «esperarse la vacuna en cuarentena».
«Se ve un cierto hartazgo en la comunidad», opinó el jefe comunal de PRO, pero consideró: «Es obvio que no podemos esperar la vacuna en cuarentena y tenemos que entrar a esta nueva normalidad».
«En Olavarría estamos bien porque tuvimos muchos casos pero poca ocupación en el hospital», añadió y pronosticó que «los cuidados y medidas de prevención individuales deberán seguir por varios meses».
Consultado por la polémica originada a partir de su decisión de permitir la reapertura de gimnasios, Galli explicó que «estuvieron casi seis meses sin trabajar y la situación es insostenible, sumado a que los asesores médicos del municipio y el comité de crisis recomendaron que la gente vuelva al deporte».
«Sabemos que la gente no se contagió en gimnasios, porque los protocolos son buenos y funcionan», concluyó el intendente.