No podía ser de otra manera, como el personaje del entrañable Juan Carlos Calabro, «El Contra», Diego Maradona tuvo hoy una de esas definiciones que le son bien propias: «Messi se lesionó mucho, Cristiano merece el Balón de Oro».
El abanderado de aquella Selección que tocó el cielo en México ’86; aquel que con un tobillo destrozado se calzó el equipo al hombro y logró el subcampeonato en Italia ’90 y también aquel que le rompió la ilusión a todos los argentinos que soñaban con el tercer título en Estados Unidos ’94 y el dóping positivo anunció el principio del fin de su exitosa carrera, volvió a abrir la boca y generar polémica.
Desde que no tiene la pelota en los piés y su paso por la conducción técnica acumula fracasos, Diego aparece de cuando en cuando – para recordar su existencia- hablando más de la cuenta, como esta vez, que prefirió a Cristiano Ronaldo por encima de Lionel Messi.
A nadie se le escapa que a pesar de su exitosísima carrera deportiva, que llevó al fútbol argentino a la cúspide mundial, Diego, al igual que Pelé, nunca obtuvo el máximo galardón que la FIFA le otorga a un jugar: el Balón de Oro.
Maradona, el del barrilete cósmico de Víctor Hugo en el gol a los ingleses, no perderá su luz por más que la estrella rutilante de Messi lo eclipse ahora, en el máximo escalón de su carrera. Pero él, parece no entenderlo y adopta, una y mil veces, esa recurrente actitud que lo acompaña desde sus horas de crack y que los periodistas que solo buscan un título escandaloso persiguen. Y obviamente, ponerle un micrófono a Diego es como dejarlo libre de marca en sus épocas gloriosas.
«Messi se lesionó mucho este año, Cristiano Ronaldo debería ganar» el Balón de Oro, disparó Maradona.
No alcanza para «cortarle las piernas» a la Pulga rosarina.