Por Ángel Jorge Clavero (*)
Se han registrado últimamente una serie de sucesos en diversos puntos del país que han sensibilizado la piel de los argentinos.
La inseguridad, que se ha extendido como una mancha de aceite por el territorio nacional, ha encolerizado a ciudadanos que se sienten desprotegidos frente a delitos que dañan a las personas y sus bienes.
El funcionamiento de las instituciones de la República demanda que los tres poderes del Estado actúen armónicamente y con eficacia, respalden al ciudadano y monopolicen la fuerza. Los particulares no pueden ni deben reemplazar a las fuerzas de seguridad y a la Justicia que son los encargados de restablecer el orden extraviado.
La Masonería Argentina rechaza de plano la retaliación como método que asegure la convivencia pacífica. Reclama, en cambio, el debido reconocimiento a las fuerzas que representan al Estado, la concreción de juicios justos y rápidos, la cobertura de los juzgados aún vacantes, la creación de nuevos juzgados en coincidencia con el crecimiento delictivo y la construcción de sedes penintenciarias que se ajusten a los modernos criterios en la materia y que cumplan con el precepto de resocialización de quienes hayan violado la ley.
(*) Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.