12-09-2016

La UCR cerró su interna provincial y no quiere perder la Defensoría

Con Salvador como presidente del Comité Provincia, los radicales dan batalla por mantener a Honores como ombudsman bonaerense. La puja que desató el fallo de la Corte.

marcelo-honoresLa gobernadora María Eugenia Vidal recibió en los últimos días encuestas propias que le dan un 67% de imagen positiva, medición que se conoció y se festejó durante un encuentro de Cambiemos que se desarrolló en Gonnet y que dejó mucha tela para cortar, en particular para la interna radical bonaerense que está virtualmente resuelta y la definición que tuvieron las principales espadas de esa fuerza sobre el futuro de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.

La reunión inaugural de la mesa provincial de Cambiemos, que incluyó a todos los socios del frente gobernante, permitió el floreo del secretario de Comunicación bonaerense, Federico Suárez, que anunció pomposo el fuerte crecimiento de la imagen pública de la Gobernadora, ante la mirada de jugadores de la mesa chica macrista, como Marcos Peña y Rogelio Frigerio; los radicales, Daniel Salvador, Ricardo Alfonsín, Carlos Fernández y Maxi Abad; los “lilitos”, Maricel Etchecoin Moro y Héctor “Toty” Flores; y los hombres del Partido FE, de Gerónimo “Momo” Venegas, el intendente de San Pedro, Cecilio Zalazar, y Mario Chueco.

Al margen del intento de mostrar a Cambiemos como un bloque monolítico, la cumbre fue una suerte de lanzamiento del andamiaje que se prepara para el trascendental examen electoral de mitad de mandato.

Sin embargo, “en todas partes se cuecen habas”, dice el refrán, y el cónclave de Gonnet no escapó de esa lógica. Porque mientras Cambiemos posaba para la foto con la mira puesta en 2017, la interna radical encontró un hueco para colarse. Y en ese escenario, el Vicegobernador consiguió lo que buscaba, suceder a Ricardo Alfonsín en la presidencia del Comité Provincia de la UCR, mientras que el otro aspirante, el senador Fernández, al final será vicepresidente y el tercero en disputa, el diputado Abad, se quedará con la secretaría general, para repartir el resto de los cargos en tercios iguales.

La renovada fortaleza de Salvador hacia la interna de Cambiemos, es la primera señal que logra emitir este acuerdo, que aleja el camino de las urnas para dirimir las diferencias de los radicales bonaerenses.

Mientras que la segunda señal, apunta directamente a María Eugenia Vidal y a los principales operadores del PRO en la Provincia. Es que el ruido que hizo esta semana el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, afectó a un bastión del Estado bonaerense que el radicalismo considera propio y así quiere que permanezca.

En efecto, el dictamen de la Corte nacional que habilitó el tarifazo de la luz en la Provincia, dejó mal parada a la Defensoría del Pueblo, hoy conducida por el radical Marcelo Honores, al cuestionar la legitimidad de los actos del organismo y rechazar la representación colectiva de los bonaerenses que se arrogaba.

En el plano estrictamente político, la decisión de la Corte aceleró un proceso que parecía en sueños, la designación del Defensor del Pueblo, cargo que Honores ocupa interinamente desde febrero de 2015, cuando venció el mandato del peronista, Carlos Bonicatto.

Con la brecha que abrió la Corte, resurgieron candidaturas para ocupar el cargo de ombudsman provincial. Un sector del massismo, encabezado por el diputado Juan Amondarain, impulsa al expresidente del ARI bonaerense, que tuvo un fugaz paso como funcionario de la Defensoría cuando dejó de ser legislador, Walter Martello. Mientras que desde el peronismo, los intendentes del Grupo Esmeralda, avalarían la postulación del exviceministro de Seguridad de Daniel Scioli, Guido Lorenzino.

Ahora, lo concreto y novedoso es que superada la interna y con el vicegobernador como abanderado, el radicalismo va a cerrar filas para conservar el casillero número uno en la Defensoría del Pueblo. “No podemos seguir resignando espacios en la estructura bonaerense”, decía un allegado a la nueva cúpula que encabeza Salvador. Y en sintonía, ensalzó la gestión que durante el último año y medio desarrolló Honores, erigiéndolo como candidato a seguir al frente de la institución que vela por los derechos y garantías de los bonaerenses.

Algunos observadores de la rosca radical aseguran que Maxi Abad manifestó una postura firme respecto a que el radicalismo “debe conservar” la Defensoría y le habría dado un claro respaldo a Honores para se convierta en el próximo ombudsman bonaerense elegido por la Legislatura.

Más allá de la ambición de los radicales, se especula que la designación del nuevo Defensor del Pueblo quedará atada a la negociación del Presupuesto provincial 2017. Se habla, inclusive, de reformar la ley y de crear dos adjuntías para facilitar los acuerdos políticos que deriven en la obtención de los consensos necesarios que logren los dos tercios de los votos de ambas cámaras.