10-11-2015

La toma de tierras en Merlo agita fantasmas en la Provincia

Culpas cruzadas entre el intendente saliente y el electo; Scioli que pide investigar y Vidal que responsabiliza a la Provincia y al municipio, factores para entender otro conflicto en medio de la campaña.

toma merloCon el ballotage a la vuelta de la esquina y con la transición que tiene lugar en la provincia de Buenos aires y varios municipios, una toma de terrenos en Merlo puso una luz de alarma en la dirigencia política, que con culpas cruzadas y cuestionamientos tratan de salir del paso de una situación que amenaza con multiplicarse en otros territorios.

Las casi 3.000 familias que tomaron 60 hectáreas cercanas a la ruta 1003 no solo pusieron sobre la mesa el juego de intereses entre el actual intendente de Merlo, el histórico Raúl Othacehé que abandonará el poder tras 24 años de mandatos interrumpidos, y el jefe comunal electo, Gustavo Menéndez, sino que también se transformó en una batalla que se disputa a nivel provincial y nacional.

El gobernador bonaerense y candidato presidencial, Daniel Scioli, se vio obligado a interrumpir su campaña para tomar cartas en el asunto. En ese sentido, buscó esquivar el bulto de las consideraciones diligenciales y aseguró que «hay que analizar si es una cuestión política».

“Estamos en contra de las tomas ilegales. Pero también hay que analizar profundamente si es una cuestión política o hay una necesidad habitacional», indicó el exmotonauta, y agregó que «no queremos violencia, ni ningún episodio que lamentar».

En tanto, quien se refirió en duros términos acerca de la situación que se vive en Merlo fue la gobernadora electa, María Eugenia Vidal, quien responsabilizó por la toma tanto a Scioli como a Othacehé.

«No es la primera toma que me toca enfrentar, pero hoy es responsabilidad del gobierno de la Provincia rnador y el intendente actual de Merlo enfrentar esa situación», indicó la dirigente de Cambiemos.

A su vez, aseguró que lo que se vive en ese municipio «es un síntoma de algo que se termina, una manera de hacer política a la que la gente le está diciendo que no y nosotros vamos a ser coherentes con lo que le propusimos a la gente, un Estado al servicio de ellos».