25-09-2017

La derecha ultranacionalista resurge en Europa a 95 años de la «Marcha sobre Roma»

Por Fernando Del Corro (*) – Columna de la Agencia Telam

Fernando del CorroLa canciller Angela Merkel ganó las elecciones generales de Alemania, pero la que más festejó fue la extrema derecha que, por primera vez desde 1961, tendrá una bancada en el parlamento, tras consagrarse en las urnas como la tercera fuerza política de la potencia de la Unión Europea.


Las elecciones alemanas dieron un contundente resultado con cerca del 13 por ciento de los votos que convirtieron en el tercer partido del país a los neonazis de Alternativa para Alemania, con lo que se amplió el avance de las derechas ultranacionalistas europeas ya verificado en Francia e Italia en vísperas de cumplirse 95 años de la «Marcha sobre Roma» que llevara al poder a Benito Andrea Amilcare Mussolini.

Como previera John Maynard Keynes en 1919 en su libro «Las consecuencias económicas de la paz», los graves problemas financieros surgidos del Tratado de Versalles al término de la Primera Guerra Mundial como resultado de las reparaciones aplicadas a los derrotados y también a la vencedora Italia hicieron que en buena parte de Europa florecieran fuerzas políticas de rechazo a esas imposiciones, con particular importancia en la misma Italia, en 1922; en Alemania, en 1933; y en la propia Francia, en 1940.

Los neofascistas italianos, agrupados en los partidos Forza Nuova y Casapound que hace poco obtuvieran un 8% de los votos en las elecciones municipales en la ciudad de Lucca, en Toscana, y que muestran un fuerte crecimiento de su popularidad, han convocado, precisamente, para este venidero 28 de septiembre, al pueblo italiano a conmemorar el 95 aniversario de este movimiento que desde el sur avanzó sobre Roma y cuya contundencia hizo que el rey convocase a Mussolini para hacerse cargo del gobierno.

También en fecha reciente en Francia, Marion Anne Pierrine Le Pen, más conocida como Marine Le Pen, líder del Frente Nacional fundado por su padre, Jean Marie Le Pen, registró un decisivo apoyo electoral que la llevó a disputar la candidatura presidencial en el balotaje en la que resultó ampliamente derrotada por el actual presidente, Emmanuel Macron quién obtuviera el 65% de los votos, pero convirtiéndose en la principal fuerza opositora desplazando a las tradicionales fuerzas como la socialdemocracia.

Una de las cuestiones que hermana las posturas de estos partidos está firmemente vinculada con la enorme migración de africanos a Europa a través del Mar Mediterráneo y su rechazo xenofóbico a la misma como, además de las manifestaciones de los dirigentes, en el caso italiano, en la convocatoria a la nueva versión de la protesta mussoliniana, se patentiza esa postura racista a través de un cartel en el que se muestra a un «maurus» (en latín de piel obscura) violando a una mujer blanca.

En el racismo y la xenofobia actual prevalecen más las políticas nazis sobre la pretendida pureza de la raza aria (oriunda de Bactriana, en el norte de Afganistán) que las aplicadas por Mussolini quién, en cambio, optaba por italianizar los apellidos de los que los tenían de otro origen, sobre todo los del norte italiano, que habían formado parte del Imperio Austro-Húngaro, y dejaba hacer la vista gorda ante el uso de los territorios franceses ocupados por Italia para que algunos prófugos de Alemania pudiesen escapar al África.

Mientras en la Francia ocupada por los nazis se había creado la República de Vichy gobernada por el mariscal Henri Philippe Pétain, quién se había convertido en héroe al comandar el rechazo a los alemanes en la batalla de Verdún en la PGM, y cuyas posturas, aunque con la brutalidad típica de aquella época, tienen de algún modo su correlato en Marine Le Pen todo lo cual, en medio de una nueva crisis económica que atraviesa Europa y de la que Alemania en buena medida debe hacerse cargo, marque semejanzas.

(*) Historiador y periodista de la Agencia Télam.