26-07-2017

El kirchnerismo y sus aliados salvan a De Vido de la tarjeta roja

No se alcanzaron los dos tercios para echar al exministro de Planificación del Congreso. 138 diputados votaron a favor de la expulsión y 95 lo bancaron.

El kirchnerismo abraza a De Vido que seguirá siendo diputado a pesar de los graves cargos en su contra por supuestos casos de corrupción cuando era ministro de Planificación en la gestión de los Kirchner.

El kirchnerismo abraza a De Vido, que seguirá siendo diputado a pesar de los graves cargos en su contra por supuestos casos de corrupción cuando era ministro de Planificación en la gestión de los Kirchner.

La Cámara de Diputados rechazó este miércoles por 138 votos contra 95, y tres abstenciones, la expulsión por inhabilidad moral del diputado Julio De Vido, al no alcanzarse el respaldo de los dos tercios de los miembros presentes del cuerpo, en una sesión especial donde hubo encendidos debates sobre las denuncias de corrupción en la obra pública durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, que en el plano judicial tienen en jaque al exministro de Planificación con 5 procesamientos, 26 imputaciones y más de 80 denuncias en su contra.

De Vido fue salvado de su exclusión con el respaldo de los legisladores del Frente para la Victoria y sus tres aliados, y otras bancadas escindidas del kirchnerismo como el Movimiento Evita, y los sindicalistas Omar Plaini y Héctor Daer. En ese contexto, también apoyaron al exministro K, el Frente Cívico de Santiago del Estero que responde a Gerardo Zamora, Compromiso Federal, que conducen los hermanos Rodríguez Saá, y media docena de diputados del bloque Justicialista.

También fue una sorpresa el voto favorable a De Vido de los diputados de izquierda, Pablo López, Natalia González y Soledad Sosa, y de Alcira Argumendo de Proyecto Sur, en tanto que se abstuvieron Juan Carlos Giordano,Natalia González y la justicialista Silvina Frana.

A todo esto, De Vido consideró «inconstitucional» el pedido de su expulsión de la Cámara baja, impulsado por el oficialismo y el massismo, a lo que respondió la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien reclamó su separación «por infame traidor a la Patria en los términos del artículo 36 de la Constitución Nacional».

De Vido, que expuso en el recinto en el marco de la sesión especial en la que se debatió hoy el proyecto para quitarle su condición de legislador, acusó al Gobierno de aplicar un «modelo liberal, conservador, expoliador de todas las libertades y genocida de todos los derechos de los argentinos», dichos que fueron festejados por la bancada kirchnerista.

En su discurso de descargo, el exministro de Planificación dijo: «No vengo a ejercer el derecho a mi defensa porque no le doy legitimidad a quienes me imputan, ni al método que es claramente violatorio del artículo 66 de la Constitución».

Concluida la intervención de De Vido, la líder de la Coalición Cívica, en una encendida exposición, recordó que en 2003 «cuando se le entregaron los plenos poderes (al exministro), empezó la matriz del saqueo de la Nación», si bien reconoció que el oficialismo no contaba con los dos tercios de los votos necesarios para separarlo de la Cámara.

A todo esto, el presidente Mauricio Macri afirmó en Tucumán que «el caso De Vido va a poner de manifiesto con total claridad quiénes quieren que la impunidad continúe. Los tucumanos tienen que estar atentos a lo que vota cada uno de sus diputados. Si vota a favor de la impunidad, o sea que continúe De Vido, o de una Argentina en la que todos seamos iguales ante la ley, y dejemos de tener comportamientos mafiosos».