Decenas de miles de evacuados, muertes, pronósticos meteorológicos poco alentadores y pérdidas millonarias. En el medio, los cruces entre dirigentes de todos los partidos.
El agua a los pies de la basílica de Luján es una imagen testigo que describe la fuerza de una nueva inundación que golpea no solo esa ciudad, sino que también afecta a Salto, Mercedes, San Antonio de Areco y alrededores, y arroja el duro número de 10.000 evacuados y la muerte de tres personas.
Calles anegadas, rutas destruidas y campos repletos de agua son la postal que se repite en un territorio que sufre de estos avatares casi todos los años, y en el medio del dolor y la impotencia, afloran las culpas y las declaraciones cruzadas entre la dirigencia política.
Daniel Scioli quedó, valga la paradoja, en el ojo de la tormenta: un viaje a Italia junto a su esposa, Karina Rabollini, en el momento de mayor gravedad de la catástrofre, dispararon una serie de cuestionamientos desde todos los sectores.
Más allá de que desde su entorno aseguran que viajó por motivos médicos y para mantener reuniones con «posibles inversores para fortalecer los vínculos comerciales», la oposición se mira azorada ante este panorama.
A la hora de ser consultado por esta situación, el jefe de Gabinete de la Nación y triunfador en las internas kirchneristas para ir por la gobernación, Aníbal Fernández, buscó despegarse del tema. «No conozco las razones porque no me las contó, y ni siquiera sabía que viajaba. No hago valoraciones, no tengo que evaluarlo. No sé por qué se fue porque Daniel no habló conmigo. No voy formar una opinión de lo que no conozco», aseguró.
En tanto, el diputado nacional y candidato presidencial, Sergio Massa, salió al cruce de este viaje, al que calificó de “inoportuno”, y agregó que «con 20 mil evacuados en la Provincia siguen haciendo poliqueteria barata con la inundación, siguen actuando mal».
Hasta el intendente de San Antonio de Areco, Francisco «Paco» Durañona, una de las ciudades afectadas, se refirió al viaje de Scioli: «Uno siempre quiere que el Estado esté presente. Los intendentes estamos al frente de estos eventos y estamos dando la cara y las explicaciones que corresponden», y sostuvo que “es innegable» que preferiría que el mandatario provincial visite la zona.
En tanto, desde el gobierno nacional admitieron que faltaron obras. Nuevamente, Aníbal Fernández sostuvo que «los casos están siendo trabajados, con inversiones muy importantes por parte de la Nación y también de la Provincia, pero también hay obras importantes que todavía no se han llevado adelante», aunque sostuvo que estamos en presencia de un «nivel de lluvias impensado para esta época».
En tanto, desde el GEN sostienen que, por ejemplo, “la última obra en Luján fue en 1985”. Así lo planteó el diputado bonaerense Juan Carlos Juárez, quien indicó que “hace dos años por nuestro partido se sancionó una ley para realizar obras, peros Scioli no hizo caso y no tomó medidas”, y agregó que “con una obra de 300 millones esto se arregla. Se podría controlar el agua para que esto no vuelva a ocurrir”.
En tanto, desde el sciolismo buscaron poner el centro en las condiciones climáticas particularmente adversas: Jorge Telerman, jefe de campaña del gobernador, aseguró que “llovió en una semana casi 300 milímetros en toda esa zona cuando en todo el año llueve 800 milímetros» y que “el cambio climático que afecta a todo el mundo, preocupa a los líderes del mundo y está generado en gran parte por responsabilidad de décadas, décadas y décadas de los hombres, quienes no hemos sabido cuidar el medio ambiente».