12-07-2017

Impulsan que las obras sociales cubran tratamientos con cannabis

Las defensorías del Pueblo de Provincia y Ciudad de Buenos Aires articulan acciones para acelerar el proceso.

Honores con Defensoría de CABA por cannabis

El defensor del Pueblo Adjunto en Derechos Humanos y Servicios de Salud, Marcelo Honores, en la reunión con funcionarios porteños sobre el tema cannnabis medicinal.

Impulsar la rápida implementación de la cobertura de los tratamientos con aceite de cannabis a través de las obras sociales, fue el tema central del encuentro que sostuvo el Defensor Adjunto en Derechos Humanos y Usuarios de Servicios de Salud de la Provincia, Marcelo Honores, con funcionarios especializados de la Defensoría de Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los tratamientos de fecundación asistida y la correcta provisión de medicación oncológica a los pacientes fueron otros tópicos que estuvieron sobre la mesa, que además de Honores estuvo integrada por la secretaria de Salud de la Defensoría bonaerense, Marcia Lázaro, y por la coordinadora del área, Mariana Rodríguez, mientras que por la organización porteña participaron la subsecretaria de Derechos Sociales, Livia Ritondo y los directores de Obras Sociales y Prepagas, Osvaldo Masoli, y de Salud, Alejandra Antuña.

Durante la reunión, se sentaron las bases de un canal de comunicación directo y ágil entre las áreas vinculadas a la problemática de la salud de las dos defensorías, básicamente en lo que atañe a la mutua derivación de casos, al tiempo que a comenzaron a evaluarse trabajos y acciones conjuntas sobre un universo temático común.

La mirada de los funcionarios estuvo enfocada en las quejas que se atienden en ambas organizaciones, y en ese sentido se puso el acento en la gestión, con la particularidad de “evitar la burocracia en los trámites para que el sistema de salud sea más accesible a la gente, tanto en instituciones públicas como privadas”.

“El derecho a la salud es un derecho humano fundamental y nosotros, desde las defensorías, tenemos la obligación de garantizar la accesibilidad al sistema, a las terapias, tratamientos a las medicinas”, señaló Honores.

Cuando el Senado nacional convirtió en ley el proyecto que permite el uso de cannabis medicinal en la Argentina, Honores consideró el hecho como“un avance histórico en la lucha de pacientes, familiares y sectores de la comunidad médica y científica, que defienden su uso terapéutico para el tratamiento de dramáticas enfermedades”.

La norma habilita en el país la investigación médica y científica en la materia, y garantiza el acceso gratuito al aceite que se extrae de la planta de cannabis, que en un principio se importará desde los Estados Unidos hasta tanto se produzca en el Argentina.

Honores entendió que el nuevo marco legal no hace más que “ampliar el derecho a la salud de las personas que hasta ahora venía sufriendo crueles enfermedades sin la posibilidad de acceder a tratamientos alternativos en aquellos casos que no respondían a las terapias convencionales”.

El aceite de cannabis generalmente se usa para aplacar dolencias o tratar convulsiones; para enfrentar mejor un cáncer o el VIH; en algunos casos es recomendado para combatir cuadros de esclerosis múltiple, artritis, glaucoma, dolor crónico, la enfermedad de Alzheimer, mal de Parkinson, depresión, epilepsia refractaria o autismo, entre otros.

De esa forma, Honores se sumó al beneplácito de organizaciones como Mamá Cultiva o Cameda, que “promovieron y lucharon para que la Argentina, de una vez por todas, tenga una legislación que permita y regule el uso del aceite de cannabis con fines medicinales”.