Sospechan que manejó la pesquisa para favorecer a un grupo y «enterrar» a otros. Lo denunció un juez de Garantías de Lomas de Zamora.
En medio de la compleja y enmarañada investigación que apunta a echar luz sobre la trama mafiosa que envuelve a La Salada, el juez de Garantías 8 de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, pidió investigar al fiscal Carlos Baccini, el funcionario que llegó a centralizar 17 casos vinculados a la feria más grande de la Argentina, al sospechar que la pesquisa “buscaba apuntar contra un sector, para favorecer a otros”.
En concreto, Vitale se agarró de “ciertas irregularidades” en la tramitación del expediente – sobre todo el manejo de los audios de las escuchas telefónicas que forman parte de la causa- para poner al filo de la guillotina a Baccini.
“Nos encontramos con anexos glosados con faltantes y sin sus audios respectivos”, le dijo Vitale a Clarín. “El sistema que se utiliza tiene una numeración que no se puede adulterar. No es la foliatura que se realiza a mano. Eso demuestra que faltan páginas”, aseguran en tribunales. Con esos argumentos, el magistrado pidió que se investigue “la posible comisión de un delito de acción pública”.
En su descargo, el fiscal – que fue apartado de las causas vinculadas a La Salada a fines de junio, cuando la Fiscalía General centralizó las investigaciones en un cuerpo de instructores- negó las irregularidades y aseguró, ante un pedido de explicaciones de Vitale, que “la numeración al pie no debe ni por asomo tenerse en cuenta como registro de la foliatura”.
Los observadores del caso aseguran que Vitale tiene en la mira a Baccini por favorecer a una de las bandas que disputan el poder en La Salada, en desmedro de otras.
“El juez tiene muy claro y pretende demostrar que Baccini jugó a favor y protegió a los barras de Boca”, se escucha entre bambalinas en los tribunales de Lomas. Sin embargo, allegados al fiscal aseguran que «se pidieron allanamientos para todos los grupos involucrados”.
“Algunos barras de Boca están presos en otro expediente que llevamos adelante», se defienden desde el entorno del fiscal. Y contraatacan: “hemos probado que algunas bandas que operan en la feria tienen relación con funcionarios del Poder Judicial departamental».
Bajo sospecha
El fiscal Baccini, también está en medio de una tormenta por su actuación en el caso que investiga la privación ilegal de la libertad de Liliana Herrera, una mujer que tiene un puesto cerca de La Salada quien – en junio pasado- fue detenida y trasladada a la comisaría 10° de Lomas. Según denunció, durante las cinco horas que estuvo allí, recibió amenazas y fue abusada por un subcomisario.
En ese caso, dos de los policías acusados fueron inmediatamente detenidos después que la víctima los identificara en una rueda de reconocimiento, pero un par de semanas después ambos oficiales fueron excarcelados, cuando Baccini se hizo cargo de la causa que hasta allí llevaba adelante el fiscal Leonardo Kaszewski.
Baccini retiró los cargos de extorsión y abuso sexual y Herrera, por temor ante amenazas, viajó a Bolivia para refugiarse. A su regreso, denunció nuevas intimidaciones y ahora teme que la maten.