21-08-2013

Enseñanzas y señales de las PASO en La Plata

Por Raúl Pérez (*)

Raul PérezLas elecciones primarias y obligatorias son una doble herramienta, hacia ciudadanos y partidos políticos, de selección de candidatos con participación ciudadana.

Lo primero que se debe tener en cuenta al analizar las ofertas, es qué partidos o frentes electorales presentan más de una lista. ¿Por qué?

Porque esta ley direcciona que la actividad de los partidos se abra a la sociedad, se exponga, permita – con una vida interna amplia y generosa- que más de dos grupos de ciudadanos intenten ganar la representación de sus espacios. Por lo tanto, se debe desconfiar de aquellos partidos o frentes electorales que cada año tienen listas únicas o mal llamadas de unidad. Son sólo la primera demostración de que esos candidatos se eligen a dedo.

En segundo término, las PASO constituyen una suerte de zarandeo previo, que tamiza a quienes logran pisos para encarar una segunda vuelta – con porcentajes de votos y requisitos mínimos indispensables- y elimina a los especuladores y oportunistas, que aparecen sólo en la contienda electoral por razones económicas.

La lectura de los resultados de los comicios en nuestra ciudad arrojó señales varias. En rigor, a través del voto los vecinos y electores le dieron un mensaje directo a la dirigencia, autoridades y responsables, en los tres niveles de gobierno: municipal, provincial y nacional.

La primera señal ha sido la más notable: la gente colocó en el tercer lugar al oficialismo municipal. Por ello, Gabriel Bruera, hermano y delfín sucesor del actual intendente Pablo Bruera, con apenas 16% de los votos, ha tenido una resonante derrota. Por debajo del 24 % obtenido por los candidatos de Sergio Massa y el 17% de los postulantes de Margarita Stolbizer.

El derrumbe del oficialismo municipal obedece a múltiples factores de una gestión saturada de imperfecciones e improvisaciones, a lo que se suma, indudablemente, las consecuencias de las inundaciones del 2 de abril, con un trágico saldo de alrededor de 70 víctimas fatales. Evidentemente, los hermanos Bruera han perdido con los vecinos su mayor fortaleza, la que esgrimieron cuando derrotaron a Julio Alak: la confianza.

Otra señal importante es que la ciudadanía todavía no ha definido en forma clara cuál es la mejor opción opositora en el plano local. La abrumadora mayoría vecinal ha dividido su voto en tres opciones claras: los concejales de Massa, ubicados claramente en primer lugar, pero por ahora con un porcentaje bajo (un cuarto de la ciudadanía); en segundo término, los ediles de Margarita, con 17% de los votos y luego los candidatos de Francisco De Narváez y Gonzalo Atanasof, que apenas llegan al 14%.

En resumen, de cara a octubre se vislumbra un oficialismo dividido y sin internas (tener en cuenta aquello de las listas de unidad a dedo), ya que Florencia Saintout (candidata a concejal del kirchnerismo) que obtuvo un importante 9%, no compite en la contienda contra Gabriel Bruera, sino que lo hace con otro partido político (Frente Social) apoyando a la lista de la presidenta CFK, que encabeza Martín Insaurralde para diputado nacional.

El porcentaje obtenido por la decana de Periodismo no se agrega al 16% de Bruera, porque se trata de dos partidos diferentes, aunque sí suma para Insaurralde que saco casi 27% de los votos detrás del 29% de Massa.

Finalmente, con esta nueva grilla, ¿quién puede intentar crecer en las preferencias del electorado de cara a octubre? No muchos, empezando por el oficialismo municipal. Ese 16% del mismísimo hermano del intendente Pablo Bruera, se parece más a un techo que a un piso. Se ve muy difícil que mejore, sobre todo con la lista de Florencia Saintout pisándole los talones.

Stolbizer desplaza cada vez más claramente al cuarto lugar a De Narváez, que desdibuja su rol opositor y genera desconfianza en la ciudadanía al anunciar su apoyo a Daniel Scioli en las presidenciales del 2015. El Gobernador, como se sabe, aspira a suceder nada menos que a CFK y dentro del mismo espacio del FpV. De manera que aparece como insólito que De Narváez, al final del camino, se una con un candidato también del FPV.

Margarita, entonces, va crecer, aunque los candidatos locales sufrirán la dispersión de una interna demasiado violenta y no cicatrizada.

Por último, Massa y sus candidatos locales generan expectativas en aquellos que no llegaron a los pisos y en amplios sectores que repiensan el voto a la hora de castigar o premiar y que generalmente se expresan en contra de los oficialismos. Por eso, el Frente Renovador va crecer en sus tres niveles en desmedro de quienes han sacado menos votos y a favor de sumar a varios partidos que no han llegado a los mínimos. Queda un margen, del orden del 25% de los platenses, que mudara su voto y reacomodará las cosas en las elecciones generales.

Hasta el domingo 27 de octubre, con los números sobre la mesa.

(*) Diputado provincial.