Se multiplican las imágenes en la que funcionarios bonaerenses se muestran junto al diputado nacional: el lomense es el mejor posicionado para la gobernación en 2015.
En un escenario dominado por la ausencia de candidatos fuertes que se jueguen por la gobernación en 2015, la imagen de Martín Insaurralde, segundo en las elecciones legislativas del año pasado, lo ubica como la figura con más chances de llegar a la Casa de calle 6.
Y en el seno del sciolismo saben que buena parte de ese posicionamiento es gracias a la presencia del gobernador bonaerense durante la campaña pasada, que sirvió primero como apuntalamiento de la candidatura del ex intendente de Lomas de Zamora y, después, como el único respaldo del lomense luego de que el núcleo duro K le diera la espalda.
En los últimos días se produjeron dos movidas que sirven para ejemplificar la forma en que el mandatario provincial manda a consolidar la marca Insaurralde, pensando en una eventual boleta que lo tenga a él como candidato a la presidencia y al flamante diputado nacional peleando la gobernación.
La imagen de hoy lo muestra a Insaurralde junto al ministro de Seguridad, Alejandro Granados, en lo que fue la firma de un convenio para la implementación del Comando de Patrullas Comunitarias (CPC) en Lomas de Zamora.
El ex jefe comunal de ese partido ya se mostró a favor de las políticas contra la inseguridad impulsadas por Scioli, lo que en su momento le valió las críticas de los K más acérrimos en el momento justo en que disputaba las legislativas contra Sergio Massa.
Por otro lado, y siguiendo la temática de la lucha contra el delito, el diputado sumó el apoyo a su proyecto “Armas cero” de sus pares provinciales del riñón sciolista, Guido Lorenzino, Martín Cosentino y Rodolfo Iriart, en un encuentro en el que también se intercambiaron pareceres sobre las nuevas medidas de emergencia impulsadas por el ejecutivo bonaerense.
En un esquema en el que resta definir definitivamente qué hará Randazzo, quien por estas horas se muestra como presidenciable aunque muchos indican que su destino está en la competencia por la gobernación, la del hombre fuerte de Lomas de Zamora es la opción más jugosa que el sciolismo tiene a mano.
En un juego de simpatías y necesidades, el gobernador no piensa desaprovechar los 20 puntos de intención de voto que genera Insaurralde. Ni el massismo, que aplastó en las elecciones de hace seis meses, cuenta con un candidato que sume tanto.