14-12-2016

El PJ pide vicepresidencia de Diputados y Cambiemos mira para otro lado

Dirigentes peronistas se reunieron con De la Torre para intentar arrebatarle ese espacio al massismo. Una negociación marcada por un oficialismo que no sigue la corriente y la bipolaridad del FpV.

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Federico Salvai y Joaquín de la Torre, ya en sus nuevos cargos, jefe de Gabinete y ministro de Gobierno, dos actores centrales en los acuerdos de fin de año con el PJ y el Frente Renovador.

Las idas y vueltas por el Presupuesto 2017 son nuevamente la vedette de las negociaciones que se suceden contrareloj en la Legislatura bonaerense, donde oficialismo y oposición intentan articular en torno a una mesa que dibuja un raro cóctel que conjuga pedidos y presiones cruzadas.

Con el tratamiento de este proyecto postergado para la semana que viene, el PJ buscó primeriar al Frente Renovador, y pidió directamente quedarse con la vicepresidencia de Diputados, un lugar que hoy ocupa el massista Jorge Sarghini.

El reclamo se materializó con una reunión que mantuvieron los intendentes de San Martín, Gabriel Katopodis, y de San Antonio de Areco, Francisco «Paco» Durañona; el presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza; y el líder del Movimiento Evita Fernando “Chino” Navarro, con el flamante ministro de Gobierno, Joaquín de La Torre, en la sede del Banco Provincia en la ciudad de Buenos Aires.

Los justicialistas intuyen que María Eugenia Vidal los necesita para contar los votos necesarios para tener el Proyecto aprobado, aunque la Gobernadora por el momento no sale a dar ningún gesto que evidencie cualquier tipo de inclinación.

En este caso, la presencia de De la Torre, ya oficialmente en un puesto en el que la Gobernadora lo ubicó para contener el aluvión opositor, gracias a la experiencia ganada luego de años como intendente de San Miguel, por el momento neutralizó la movida con la que el PJ buscó mostrar que está dispuesto a dar batalla.

Es más, desde el propio oficialismo algunos se animaron a descartar la propuesta, tal como lo hizo el diputado Marcelo Daletto, quien sostuvo que hay un acuerdo con el Frente Renovador “y no lo podemos romper”.

Por eso en Cambiemos empieza a jugar cada vez más fuerte la misma carta que usaron el año pasado, la de sostenerse con el massismo y los diputados que responden a Margarita Stolbizer para finalmente recolectar el número necesario que les garantice la ley de leyes.

De todas formas, este año el panorama es diferente. La necesidad de Vidal de que le aprueben la llegada de Julio Conte Grand para ocupar el cargo vacante que dejó María del Carmen Falbo en la Procuraduría, por un lado, y las negociaciones relacionadas a la designación de un Defensor del Pueblo, por el otro, generan que el tablero sea más complejo y sume más actores.

En el caso de la Defensoría, hoy a cargo del radical Marcelo Honores tras la salida de Carlos Bonicatto, el peronismo busca imponer un candidato, el exdiputado Guido Lorenzino, aunque las indefiniciones y las internas hacen que por el momento este debate se dilate, más allá de que el exsciolista encuentra fuerte resistencia en el Gobierno y, se sabe, el intendente de Lomas, Martín Insaurralde, ya estaría cambiando las cartas, para postular al yerno de Eduardo Duhalde, el ex diputado provincial, Gustavo Ferri.

Este comportamiento muestra que el peronismo, a la hora de sentarse a negociar, tiene dos caras: si bien busca mostrarse como un bloque compacto a la hora de pedir, apenas por debajo de la superficie se evidencian las tensiones y los egoísmos dentro de una fuerza heterogénea que todavía sigue sintiendo el impacto de la derrota histórica sufrida el año pasado.

El calor de diciembre marca la temperatura de esta batalla legislativa donde si bien no está todo dicho, el peronismo parece correr bien de atrás.