Con dirigentes en pugna por el control del partido, desde la pata bonaerense del justicialismo pidieron por “diálogo”, exigieron un bono a fin de año y lugares en los organismos de control.
Mientras los gremios amenazan con llevar adelante medidas de fuerzas si el gobierno provincial no cumple con un bono de fin de año, desde el PJ bonaerense salieron a buscar visibilidad con reclamos a María Eugenia Vidal, entre los que se repiten este plus salarial y lugares en los órganos de control.
Entre los movimientos internos tras la derrota electoral en casi todos los niveles de la administración, el titular del partido a nivel provincial, el exintendente de La Matanza, Fernando Espinoza, intentó marcarle la cancha a la mandataria.
«Esperamos que la gobernadora Vidal continúe con la tradición histórica que indica que los organismos de control le corresponden a la primera minoría, que hoy recae en nuestro justicialismo», lanzó.
A su vez, puso el foco en la necesidad del bono, al que entiende como un “modo de atenuar el impacto de los aumentos de precios de los productos de la canasta alimentaria”.
Por otro lado, un grupo de jefes comunales justicialistas mantuvieron un encuentro en Hurlingham para unir fuerzas y presentarse como un bloque sólido para sentarse a negociar con Vidal.
Recibidos por el intendente de esa ciudad, Juan Zabaleta, estuvieron presentes Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Gustavo Menéndez (Merlo).
Con un mensaje contra los “liderazgos impuestos” dentro del partido, los dirigentes le exigieron “diálogo” a la gobernadora, y aclararon que las «energías están puestas en la solución de distintas problemáticas».