04-11-2015

El oficialismo no puede ocultar grietas en el tramo final de la campaña

Aníbal Fernández, con críticas al sciolismo, y Juan Manuel Urtubey, que señaló que la estrategia kirchnerista “es de bajo nivel”, son dos ejemplos de las diferencias dentro del mismo espacio.

scioli afiches A menos de veinte días de la segunda vuelta que definirá al sucesor de Cristina Fernández de Kirchner en la Presidencia de la Nación, al kirchnerismo le cuesta digerir el golpe de un escenario que no era el pensado y no para de dejar en evidencia las múltiples diferencias entre sus dirigentes.

Señalados por la oposición de ser los artífices de una “campaña sucia”, desde el oficialismo se repiten las voces encontradas, los pases de factura y las especulaciones de cara a lo que se viene.

Ante este escenario, el jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández, que parece no haber entendido la lección de su derrota histórica en la Provincia, no tiene dramas en poner palos en la rueda a la carrera de Daniel Scioli hacia el Sillón de Rivadavia.

Esta vez, el funcionario nacional puso el foco de las críticas en Gustavo Marangoni, el presidente del Banco Provincia y uno de los voceros económicos del mandatario bonaerense, quien viene de mantener un encuentro público con su par macrista, Carlos Melconian.

Tras ese encuentro, el sciolista había asegurado que el hombre del PRO “jamás se refirió a salarios y jubilaciones de la forma que algunos le adjudican», en referencia a los supuestos dichos de Melconian que aseguraban que «ya no se pueden subir más sueldos y jubilaciones».

Frente a esto, Aníbal fue con todo contra el funcionario provincial: «Me llama la atención Marangoni, tanta desesperación por parecerse a Melconian. No termino de entender. Pero el audio es muy claro en que no se pueden subir los salarios», lanzó.

Pero acá no termina la cosa, sino que desde el propio Frente Para la Victoria salieron a cuestionar la forma en que se estructura la campaña: el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, planteó que la estrategia de su propio partido «es de bajo nivel y no lo comparto».

«El planteo sobre si Mauricio Macri es esto o lo otro es de bajo nivel y yo no lo comparto», puntualizó el mandatario norteño, y agregó que «es muy fuerte plantearle a la gente, ‘vótenos a nosotros porque los demás son peores’. De nuestro lado tenemos un gran candidato como Daniel Scioli y un gran equipo con el que vamos a ganar las elecciones».

En esa línea, planteó que “si la discusión de campaña es sobre qué paso antes, es absurdo. Mis hijos, que votan, ni saben de qué se trata. El patrón referencial -a mi juicio- ya no es el Gobierno, que termina dentro de 45 días; el patrón referencial son nuestros candidatos, Scioli o Macri, qué plantea uno u otro».

Dos casos que en un mismo día evidencian las diferencias que muestra un oficialismo al que le cuesta hacer frente al mensaje unificado de una oposición que, llamativamente, es la conjunción de múltiples espacios de diferentes pertenencias.