08-09-2014

El massismo sostiene que la Provincia “está sumergida en el caos ambiental”

Así lo aseguró el titular Comisión de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Cámara alta de la provincia de Buenos Aires, Alfonso Coll Areco. Aseguran que ante esta problemática, desde el Estado “hacen oídos sordos”.

coll areco“La Provincia está sumergida en el caos ambiental”, sostuvo el senado bonaerense del Frente Renovdor, Alfonso Coll Areco, al encabezar un encuentro en Pehuajó convocado por la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Cámara alta de la provincia de Buenos Aires que preside.

En la jornada, Areco puso el foco en las condiciones del agua que consumen los bonaerenses y disparó contra la política de la administración sciolista al indicar que  “mientras el Gobierno se preocupa en hacer audiencias para aumentar las tarifas, el acceso masivo y seguro al agua potable no parecen prioritarios”.

“Si profundizamos en cualquier conflicto ambiental, nos encontramos con una gran necesidad de activar políticas agresivas tendientes a ordenar la situación. El tema de los residuos es el problema ambiental más pandémico que tenemos, por eso es imperioso concretar programas de manejo de residuos con criterios modernos de trazabilidad desde la generación hasta la disposición final”, planteó el legislador.

Ante este panorama, el legislador indicó que “desde el Frente Renovador tenemos un programa que contempla la acción conjunta entre municipios, Provincia y empresas, donde se describe una forma eficiente de abordar la problemática y generar las soluciones que Buenos Aires se merece. En cuatro años la Provincia no solo puede resolver el tema de basurales a cielo abierto y unificar un sistema de gestión de residuos moderno, sino además ubicarse como un referente regional en la materia”.

En la jornada, que contó con la presencia del senador Hernán Albisu, la diputada Valeria Arata, y el massismo local, Coll Areco explicó que “existen múltiples estudios que demostraron que las comunidades que viven cerca de basurales a cielo abierto son más vulnerables a adquirir enfermedades tales como parásitos, diarreas, dermatitis, fiebres, hantavirus, chagas, problemas hepáticos y algunos tipos de cáncer y de este punto tan trascendente el Estado hacen oídos sordos”.