12-07-2016

Detrás de la unidad socialista latinoamericana

Por Jorge Altamira (*) – Columna de la agencia Telam

Jorge AltamiraEl Congreso de 1816 no representó a las Provincias Unidas ni colaboró para su unidad. Cuatro años más tarde se instalaba la Anarquía de 1820.

El Pacto de Guayaquil entre San Martín y Bolívar mostró la inviabilidad de la unidad continental en ese período histórico. La segregación de la Banda Oriental primero, y, por sobre todo, la guerra infame contra Paraguay consagraron la hegemonía británica y la balcanización de América del Sur y más allá.

En esta parte del continente no se replicó la unidad política que se alcanzaría en el norte, la cual supuso, de todos modos, varias guerras revolucionarias, en especial contra la secesión del sur de Norteamérica y contra la esclavitud.

La balcanización dio lugar a un desarrollo capitalista periférico del capital financiero internacional.

Para superar esta situación se requiere un nuevo Congreso, esta vez una Asamblea Constituyente, que renueve el poder político y social dependiente y que impulse la Unidad Socialista de América Latina.

 (*) Dirigente del Partido Obrero y del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.