El diputado nacional aseguró que el año que viene irá por la Provincia e hizo un mea culpa por los errores de la campaña pasada.
A pesar de haber perdido buena parte de su capital político, Francisco De Narváez se mantiene firme en su intención de suceder a Daniel Scioli en la Gobernación bonaerense a partir del año que viene.
De Narváez, el ganador de las elecciones legislatavas de 2009, vio como su armado fue perdiendo fuerza, lo que se reflejó en los números flacos que consiguió en los comicios que tuvieron lugar cuatro años después.
En el medio, quedaron las versiones que sostenían que el diputado nacional había arreglado con el mandatario provincial para encarar lo que viene juntos: el pase de algunos hombres de “El Colorado” al gabinete bonaerense y el posible salto de Martín Insaurralde al massismo, hacían suponer la necesidad de un acuerdo entre los dos dirigentes.
Sin embargo esta alianza no pasó más de eso, por lo que hoy, en medio de un panorama de cierto aislamiento, De Narváez apela a reafirmar como sea su candidatura y hacer un mea culpa por el terreno perdido.
«El año pasado me equivoqué. Era la otra cara de la misma moneda. La gente no quería más conflicto. La gente quería decidir pacíficamente», sostuvo el exdueño de Casa Tía, en referencia a la última estrategia de campaña, basada en el “Ella o Vos”.
Por último, y manteniéndose firme en competir por el sillín de Calle 6. De Narváez aclaró que «mientras que la campaña sea ‘yo soy el candidato de fulano o mengano’ a la provincia no le va bien»