04-11-2018

Cambiemos apuesta a recrear la polarización entre Macri y CFK

La alianza gobernante ya definió que el Presidente será el candidato. Y juega todas su fichas para que la líder opositora se vuela a subir al ruedo. El plan “V”, por ahora, no cuenta.

Cambiemos 1La coalición oficialista ya definió, a casi un año de las elecciones presidenciales, que su principal referente, el presidente Mauricio Macri, irá por la reelección, en un escenario de extrema polarización con Cristina Fernández de Kirchner, en donde las terceras opciones parecen no tener cabida salvo, claro está, que la siempre fluctuante economía argentina obligue a Cambiemos a utilizar su “Plan V”, encarnado en la única «arma» que, al menos hasta ahora, resiste con menos desgaste los duros avatares de la gestión.

«Esta semana Macri mide 37/38 puntos, y Cristina 34/35, pero lo importante es que el Presidente nunca bajó en los peores momentos de la crisis, y creemos que el año próximo, partir de marzo o abril, crecerá de la mano de una mejora de la economía, a través de vertientes como el sector agrícola (el oficialismo se esperanza en cosechas récord de maíz y soja, y también trigo), la potenciación de la reserva gasífera de Vaca Muerta y el turismo», entienden los que trabajan en el entramado previo a la campaña electoral.

El crecimiento vendrá desde el interior del país hacia la ciudad de Buenos Aires, ya que en las provincias no hay tantas distorsiones en las tarifas de servicios públicos como lo hay en la Capital Federal y el Gran Buen Aires, especulan los portavoces comprometidos con el operativo reelección, y advierten que el foco clave, como suele ocurrir, «será el Conurbano», donde se concentra la mayor cantidad de habitantes y los bolsones de pobreza más grandes del país.

Por eso, el Gobierno le dará en cuestión de días a María Eugenia Vidal, que también buscará un nuevo turno como gobernadora, una compensación que oscilará en los 19 mil millones de pesos; el monto estimado que la inflación le habría significado perder a la provincia de Buenos Aires del Fondo del Conurbano, desde que éste se articuló en el marco del Consenso Fiscal con 23 provincias, a fines de 2017.

Las fuentes oficiales consultadas adelantaron que Cambiemos buscará «plantear una campaña corta, lo más corta posible», en razón de que «la gente no soportará» la virulencia de una contienda presidencial entre Cambiemos y el kirchnerismo.

Para la elección presidencial, según tienen medido, «hay aproximadamente entre un 30 y 40 por ciento del padrón electoral que hoy todavía no tiene definido su voto, que no es estático sino dinámico, y que recién verá el año próximo qué elegir», especulan en los despachos más encumbrados del poder.

Lo singular de esta gran franja de «indecisos», que el oficialismo dice tener bien estudiado, es que la gran mayoría son jóvenes, de los cuales muchos de ellos recién votará por primera vez el 27 de octubre del año próximo (un eventual segunda vuelta se celebraría el domingo 24 de noviembre).

«Ese sector que vive ajeno al mundo de la política y las noticias, que casi no lee diarios y no mira ningún noticiero ni programa político, está totalmente al margen de este microclima, aunque tiene bien en claro lo que fueron los doce años de gobiernos kirchnerista», apuntan desde el oficialismo.

Ante ese cuadro, Cambiemos volverá a recurrir masivamente a las redes sociales, especialmente a aquellas que le permitan, por ejemplo, transmitir en vivo las visitas que hace Macri a radios locales cuando viaja a una ciudad (como ocurrió el miércoles pasado en Tranque Lauquen), con la posibilidad además de intercalar, al momento de los hechos, opiniones de los usuarios conectados.

Apoyados en la experiencia de las dos últimas elecciones (2015 y 2017), la gente de Cambiemos está convencida de que la telefonía actual es una herramienta más que idónea para derribar muros otrora inexpugnables, especialmente los bastiones tradicionalmente peronistas; en cualquier caso, está previsto que Macri haga varios recorridos en 2019 por los cinco distritos electorales más determinantes del país.

Cambiemos cree también que «ni el bolsillo, ni la economía» serán los temas dominantes de la próxima campaña electoral sino «la necesidad de entender que la corrupción es un camino que los argentinos no pueden volver a transitar», en directa alusión al kirchnerismo.

“Plan V”

De todas formas, los que no son más papistas que el Papa, siempre en voz baja y con un exceso de hermetismo, guardan bajo siete llaves lo que podría ser el “Plan V” de Cambiemos si es que los optimistas pronósticos sobre la evolución de la economía en el primer cuatrimestre del año próximo, finalmente no se cumplen y las chances presidenciales de Macri decaen hasta tal punto de hacer peligrar la continuidad de la alianza gobernante en el poder.

Solo bajo esas condiciones extremas y claramente desfavorables, el “Plan Vidal” saldría a la luz, para cerrar toda posibilidad de que el kirchnerismo, a través de Cristina o de cualquier bendecido, asome con alguna oportunidad de acceder al sillón de Rivadavia.

María Eugenia es la dirigente que menos sufrió el impacto de la gestión y el derrumbe de la economía. Si bien su caudal de imagen positiva decayó, es la única que tiene peso específico propio en todo el arco político. La única capaz de reunir los votos necesarios para vencer al peronismo, unido o desarticulado.

En ese escenario, Macri  – fuera de la Casa Rosada- podría jugar un rol clave en la súper estructura, fuera de la gestión, pero manejando los hilos del poder. Ya veremos.