16-05-2017

Vidal patea la discusión sobre el 2019 y se descarta como presidenciable

La Gobernadora se hizo un baño de humildad para apelar a que nos concentremos en octubre. Además, suma el anuncio de obras viales por 10.000 millones. Campaña al rojo vivo.

vidalLas alianzas, las listas, las primarias y las elecciones legislativas de octubre se leen, más allá de la intriga resultadista propia de cada comicio, desde el lente de lo que sucederá en 2019, cuando el oficialismo busque revalidar los laureles del pasado y la oposición, en ebullición mientras busca una fuerza que la conduzca, espera arrebatarle el control de los principales hilos de poder del país.

En ese escenario, la figura de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, ocupa un lugar central en la foto política del presente: se trata de la dirigente con mayor imagen positiva de la Argentina, superando ampliamente a la del presidente, Mauricio Macri, y ya proyectada como eventual candidata a ocupar la jefatura de Estado dentro de dos años.

Sin embargo, la última jugada que ensayó la mandataria deja en claro cuál es la estrategia de Cambiemos, enfocado en derrotar definitivamente al kirchnerismo, en una victoria que tendría más de simbólica que de material, por lo que toda proyección al futuro inmediato que se abre después de octubre debe dejarse, momentáneamente, de lado.

Para eso Vidal hizo dos movimientos en el complejo ajedrez electoral que todavía no muestra con claridad las estrategias de los competidores: por un lado descartó que vaya por la presidencia en 2019 y, por el otro, anunció un ambicioso plan de obras para arreglar 900 kilómetros de rutas en la Provincia.

«No se me cruza ser Presidente», lanzó la mandataria bonaerense, en un intento para despejar los análisis que hablan de lo que vendrá, e invitando a posar la mirada, como pregona desde su momento fundacional un PRO que motoriza a la alianza gobernante, en el aquí y ahora. En síntesis, la dirigente dice que la gran batalla será en octubre. ¿Sin octubre no hay 2019?

Y en ese mismo movimiento arrastró a su antecesor, Daniel Scioli, golpeado por desbarajustes personales que lo pusieron en primera plana por sus amoríos. «Lo peor que le pasó a la Provincia fue tener gobernadores que quisieron ser presidentes», expresó Vidal, y agregó que el exmotonauta «no peleaba los fondos de la Provincia, no peleaba las obras hidráulicas o hacía cosas a corto plazo».

Las obras, el segundo movimiento vitalista de la semana, es la otra estrategia, que por poco original no deja de ser efectiva en momentos en el que el vecino tiene que meter los votos en las urnas. Con la sintonía de Nación, la Gobernadora anunció que encabezará la puesta en marcha de 80 obras, que demandarán una inversión de 10.000 millones de pesos.

Con estos dos factores, Cambiemos calibra su estrategia electoral en el corto plazo, con Vidal jugando fuerte, pero sin proyectarse, aunque por debajo del discurso deja también abierta la puerta a lo que viene, ya que en política el no querer hablar de futuro es también hablar de él.