09-08-2013

Uno más uno, no siempre es igual a dos

El tramo final de la campaña para las elecciones primarias desnuda algunos desajustes – o monumentales yerros- provocados, quizá, por el ansia de sacar mayor ventaja o descontar algunos puntos, depende el lado del mostrador donde uno se ubique.
Minuciosos como son, resulta extraño que los candidatos no hayan reparado en algunos detalles.
Para muestra vale un botón, de cada lado:

Afiche de campaña Papa - Cristina - Insaurralde1) FpV: La campaña de afiches que inundó la ciudad de Buenos Aires, autoría del ex secretario de Medios de la Presidencia, José “Pepe” Albistur, que muestra al Papa Francisco, a Cristina Kirchner y a Martín Insaurralde, en una foto “robada” durante la visita del Pontífice a Brasil, cayó como un balde de agua fría.

“Nunca se desanimen, no dejen que la esperanza se apague. Papa Francisco”, reza el afiche que refleja a una emocionada CFK junto a un sonriente Insaurralde, frente al Santo Padre.

Apenas amaneció la Capital Federal, tanto en las redes sociales como en los medios tradicionales se desató una avalancha de desaprobación hacia la campaña. A tal punto, que ni el propio Insaurralde se animó a defenderla en una entrevista radial con la periodista María O’Donnell.

Una vez que se entendió que el afiche provocó el efecto inverso al buscado, rápidamente recibió una catarata de descalificaciones. Gabriel Mariotto, por citar solo un ejemplo, salió a cuestionar la pieza que elaboró el otrora poderoso secretario de Medios: “Quiere ayudar y en vez de ayudar, me parece que complica”, disparó contra la campaña de “Pepe”.

Massa - Amadeo

2) +a: Con tanta opulencia como se “empapeló” la CF con los afiches del Papa junto a la Presidenta y al candidato del FpV, Sergio Massa presentó a la nueva joya de su “corona” política de cara a las PASO.

En efecto, en conferencia de prensa, ante las cámaras, el intendente de Tigre anunció que Eduardo Amadeo abandonaba las filas de Alberto Rodríguez Saá para sumarse al Frente Renovador.

“No es tiempo de proyectos individuales y juntar votos para sí mismo”, se despachó Amadeo – en la escenografía “+a” del Hotel Meliá Buenos Aires- al aclarar por qué dejaba de lado su candidatura a diputado nacional por una de las cuatro listas que el partido “del Alberto” presentó para las abiertas en provincia de Buenos Aires.

Salvando las distancias de la “colosal” metida de pata de pretender utilizar la imagen del Papa Francisco pegándolo a Insaurralde, lo de Massa instalando con bombos y platillos a Amadeo, también impactó fuerte en la sociedad.

“Para Amadeo, pegarse a Massa es una tabla de salvación, porque nunca hubiera obtenido el 1,5% de los votos necesarios para habilitar su candidatura para las elecciones de octubre”, analizó un reconocido operador, en las sombras, del PJ bonaerense.

Pero más allá de las lecturas políticas, tanto en las redes sociales como en los medios convencionales, se interpretó que el cambio de bando del ex duhaldista, en lugar de sumarle, a Massa le resta.

Historias de campaña, simplemente eso, interpretaciones. Y una convicción: en política, uno más uno, no siempre es igual a dos.