01-04-2016

Tarifazo: el fin de las excusas

Por Federico Depetri (*) – Especial para F5 Diario

Abril, el mes en el que verdaderamente arranca la era Macri. Tres meses calientes a la espera de la mejora que el gobierno anuncia para el segundo semestre.

fdCon las medidas de las últimas horas, el gobierno nacional oficializa el final del período de gracia que tácitamente se le brinda a las nuevas gestiones. Esos cien días en que se espera que los nuevos funcionarios se amolden al terreno novedoso que se abre frente a sus ojos, encontró su límite con el anuncio de subas en todos los servicios, medidas lógicas que de todas formas despertaron el malestar en los ciudadanos.

Con las espaldas cubiertas por la ley que habilita el pago a los fondos buitres, las buenas perspectivas tras la visita de Barack Obama y una oposición que se debilita en miles de batallas internas, la administración de Mauricio Macri se metió de lleno en las tareas más duras, en el trabajo sucio.

Con el leitmotiv de “la pesada herencia” repetido como un mantra, el partido gobernante se encargó de allanar el camino para la suba de tarifas que se sucedieron sin solución de continuidad: electricidad, combustibles, gas, transporte y un largo etcétera, con incrementos que van del 100 al 600% en algunos rubros.

Tarea impostergable debido a los años en que el kirchnerismo decidió congelar estos números a base de subsidios que engrosaron el déficit fiscal, el Ejecutivo se lanzó a un sinceramiento apelando al shock como su herramienta clave; todo el golpe de movida, para lo que viene sea aunque sea un poco mejor.

Con paritarias algo raquíticas, salvo algunos sectores que pudieron alcanzar mejores acuerdos, los aumentos van a golpear los bolsillos de unos argentinos que, al mirar para cualquier lado, ven como todo sube. 2016 no será un año fácil, la inflación, estiman propios y ajenos, pasará la barrera del 30%, y la incertidumbre se apodera de un futuro a corto plazo en el que nadie tiene garantías sobre qué es lo que sucederá. La Argentina, ni más ni menos.

En este escenario, además, el sindicalismo busca reagrupar fuerzas para volver a adoptar esa forma que sabe repetir en cada gobierno no pernonista: un movimiento que actúa en bloque, en pie de guerra para ganar la calle con duros reclamos y sentarse a la mesa de negociación con una fortaleza renovada.

Se podría decir, entonces, que en abril comienza realmente el gobierno de Mauricio Macri. Ya se torna difícil echar las culpas a un pasado que cada vez se percibe como más lejano, y se acerca la hora de conocer la impronta del nuevo gobierno en el día a día de los argentinos. El fin de las excusas, de las distracciones.

Desde el Ejecutivo quieren convencer de que todo comenzará a solucionarse a partir del segundo semestre. Por lo tanto, lo que se germinará en estos tres meses que quedan para esa fecha será fundamental para entender lo que viene.

La nueva era ha comenzado.

(*) Periodista. Editor de Política de F5 Diario.