El Presidente convocó para el lunes a los 24 jefes comunales de capitales de provincia. La idea es abrir un canal de conexión directo, por elevación de los gobernadores.
Frigerio y Macri recibirán en Olivos a los 24 intendentes de capitales de provincia.
El presidente Mauricio Macri recibirá el próximo lunes en la residencia de Olivos al intendente de La Plata, Julio Garro, y a otros 23 jefes comunales de capitales provinciales junto al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y la secretaria de Asuntos Municipales, Aída Ayala, lo que se interpretó como una jugada por elevación de los gobernadores que despertó no pocas suspicacias.
Si bien fuentes de la cartera de Interior confirmaron que el encuentro tiene como meta «tener diálogo directo con los intendentes, pero siempre respetando la relación Nación-Provincias-Municipios», trascendió que a muchos gobernadores no les cayó bien la convocatoria y compararon la jugada de Macri con los «puenteos» constantes que primero Néstor Kirchner y después Cristina Fernández hicieron durante los 12 años que estuvieron al frente del país.
El encuentro tendrá como condimento especial una foto conjunta del Presidente con el ex jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien desde el año pasado es el jefe comunal de Resistencia (cargo que tenía Ayala, quien perdió las elecciones para la gobernación chaqueña).
La cumbre de los intendentes de capitales se da en el marco de las reuniones que realiza Ayala en todas las provincias con los jefes comunales locales, para recolectar información sobre las necesidades en infraestructura.
Este será el primer encuentro con dirigentes multipartidarios y del interior en una semana que contará también con la cumbre de gobernadores de los 24 distritos junto al ministro Frigerio que tendrá lugar posiblemente el jueves próximo.
A todo esto, se sabe que el intendente Garro le lleva al Presidente una larga lista de obras postergadas en La Plata durante los últimos 8 años, que no se concretaron como consecuencia de la desconfianza, la desaprobación y el castigo que los Kirchner aplicaron a la gestión de Pablo Bruera, producto de supuestas traiciones y deslealtades en el plano político.