06-12-2016

IOMA autoriza prestaciones después de la muerte

La obra social habilitó la cobertura de una acompañante terapéutica domiciliaria, pero la afiliada que la requirió falleció un mes atrás.

ioma


Por Eloy Gómez Raverta

gr.eloy@gmail.com


“Son muy expeditivos”, sentenció en su cuenta de Facebook la hija de una señora que falleció recientemente, al anunciar que la llamaron del Instituto de Obra Médico Asistencial de la Provincia (IOMA), para informarle que autorizaban la cobertura de la acompañante terapéutica domiciliaria que alguna vez necesitó su madre.

“Después de tres meses que empecé el trámite”, añade la mujer y a un mes de la muerte de su madre, la obra social por fin destrabó la prestación: “Son muy expeditivos”, concluye con ironía el posteo, que desató una avalancha de solidaridades y comentarios furiosos contra la organización estatal bonaerense que, en teoría, debe velar por la salud de dos millones de afiliados.

Efectivamente, la hija de TAUC (iniciales de la fallecida) inició el pedido de la acompañante domiciliaria para su madre en septiembre. A fines de noviembre, la mujer falleció. Y ahora, a poco más de un mes de ocurrido el deceso, IOMA concluyó su “gestión” y dio luz verde a la prestación.

“No se puede creer… Con papá pasó lo mismo”; “vergüenza”; “sin palabras”; “son un desastre. Decímelo a mí. Lo que ha pasado con mi marido”, son algunas de las ácidas repercusiones que desató la triste historia de la vecina de City Bell que murió a la sombra del desamparo de IOMA.

En el muro de Facebook de GAS (iniciales de la hija) hay comentarios radicales, irreproducibles contra IOMA. Y otros que incitan a judicializar el caso. “Sí, pero el daño moral? Los perjuicios los sufre el grupo familiar… Ya sé, no tiene ni fuerzas ni ganas… Y así nos siguen matando”, reflexionó una amiga.

Y otra disparó: “DEMANDA! Tendrías que averiguar con un boga si no entra la figura legal de abandono de persona. ¿No tenés dinero? Vas a pobres y ausentes. Son excelentes. Pero si el delito es penal, fuiste. Debe acompañarte un abogado penalista a la Fiscalía y empezar por la denuncia y al toque la demanda”.

Otro posteo sintetiza que “lamentablemente es así. Tardan tres meses para autorizar y después entre tres y ocho meses para pagar al asistente. Mientras tanto, termina por renunciar por falta de pago. Es imposible ejercer, por más responsabilidad y vocación que tengas, es un horror, nadie quiere trabajar por obra social”.

“Me pasó lo mismo. Meses después que mi mamá falleciera, vino una auditora para controlar a la acompañante. O sea que la empresa siguió facturando sin que IOMA se enterara”, relata otro amigo vía Facebook.

Fuerte. Muy fuerte, como el epílogo: “No me reconocieron nada”, le comenta a su hermano la hija de TAUC. “Nada, y olvídate de la silla de ruedas que jamás me la dieron. Me la presto CA (iniciales de una amiga)”.