El intendente dio un discurso en el cuerpo deliberativo local, donde resaltó que su administración marcó “un antes y un después en la conducción económica municipal». Críticas de la oposición.
Con un repaso de su gestión, donde puso el acento en el desempeño económico de su administración, el intendente de La Plata, Julio Garro, inauguró las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante local.
Durante su discurso, el jefe comunal sostuvo que durante su mandato «ordenamos las cuentas públicas con comportamiento financiero saludable, marcando un antes y un después en la conducción económica municipal».
«No gastamos más dinero del que se recibió», precisó Garro, y expresó que “nos comprometimos a hacer, a escuchar y a cambiar la realidad de los vecinos. Hoy podemos decir que estamos cumpliendo con nuestra palabra».
Además, sostuvo que «por primera vez en los últimos tres años podemos decir que tenemos una economía superavitaria, en donde ingresa más dinero del que se gasta», y agregó que «nuestra economía aumentó sus activos un 127%, pasando de 1.480 millones de pesos en 2015, a 3.366 millones de pesos en 2016».
«Garro nos describió un municipio de fantasía»
De la vereda de en frente, la oposición lanzó duras críticas contra Garro, al indicar que el intendente describió “un municipio que solo existe en la fantasía”, tal como lo describió el concejal del FPV-PJ, Pedro Borgini.
«Hoy por un momento nos han presentado una ciudad virtual. Un municipio que solo existe en la fantasía. Julio Garro realizó un catálogo de buenas intenciones y de lugares comunes, pero resulta que se trata del Intendente que debería estar llevando adelante desde hace más de un año todos esos objetivos que describió y la realidad es que nada de eso ocurre”, indicó el edil.
En esa línea, sostuvo que “los platenses vivimos cada vez peor en una ciudad que no ha dejado de retroceder en cualquiera de los indicadores básicos que analicemos», y expresó que «el intendente pretendió exponer ante la sociedad platense que hay una innumerable lista de obras, pero la verdad es que en La Plata se multiplican los baches, las calles destrozadas en el centro y en la periferia y una demora inexplicable en poner en marcha los trabajos prometidos y necesarios para vivir en una urbe moderna. Todo eso tiene una sola definición: incapacidad para la gestión».