Diputrucho

Hace algunos años, alguien sentó en la banca de la cámara de diputados a un hombre cualquiera. El propósito de la operación era lograr quorum para aprobar un proyecto. Casi nadie recuerda ese proyecto y nadie tiene nostalgias de aquel tipo. Sin embargo, su tipificación popular alcanzó la inmortalidad y lo llamaron El diputrucho.

Este José López que desafío el frío de la madrugada para evitar tener que enfrentar un potencial allanamiento a su domicilio y arrojó bolsos con casi 9 millones de dólares por encima de la pared somnolienta de un convento, también es diputado.

Es diputado electo del Parlasur. Ahora se entiende mejor la necesidad de unos y la parquedad de otros de otorgarle inmunidad de arresto a estos legisladores del conosur.

López representa el modelo K, siglo XXI, del diputrucho. Es más cínico, es más perverso, es más patético que el del decenio pasado.

Lópéz ingresó al Parlasur de la mano de un modelo que tras 12 años de gobierno acusó a sus rivales, enemigos, adversarios,a todo opositor de vendepatria-traidor-cipayo, incluso a una mujer que tiene un comedor para indigentes.

Yo siento vergüenza por López y por todos los que ofendieron a «los otros» que no entendían este proyecto. Un proyecto que dejó a su partida un 30 por ciento de pobres, 14 millones de pobres. A él no le interesa mi opinión, porque «las voces» que escucha y lo abruman en la comisaría son más importantes que las voces de repudio. Con unas planea la inimputabilidad, las otras le dispensan el desprecio.

(*) Periodista y docente.